La productividad y los efectos de la inflación

Si bien poco a poco, la pandemia que atravesamos a causa del Coronavirus, va quedando en el pasado, la misma dejó varias secuelas, y las economías mundiales enfrentan un nuevo desafío: la inflación.
El alza de los precios en energía y materias primas es el problema central, pero existen otros agravantes como la escasez de mano de obra y la interrupción de la cadena de suministro.
En el Reino Unido, el índice de precios al consumidor alcanzó el 5,5 % en los 12 meses previos a enero 2022, alcanzando su nivel más alto desde marzo de 1992.
Por su parte, en los EE. UU., la tasa anual de inflación se aceleró al 7,9 % en febrero de 2022, convirtiéndose de esta manera, en la tasa más alta desde enero de 1982.
Las principales economías, están de acuerdo en que el costo de vida está aumentando más rápido que los salarios. Esta situación afecta especialmente a los hogares de menores ingresos.
El economista Paul Krugman, ganador del premio Nobel, plantea que “La capacidad de producir más o lo mismo con menos insumos no lo es todo, pero a la larga es casi todo”.
La mayoría de los economistas coinciden en la importancia de mantener el crecimiento de la productividad.
En relación a esto, Megan Green, investigadora principal de Harvard Kennedy School, argumenta que el aumento de la productividad es clave para mantener los precios estables, incluso frente a mayores salarios.
Frente a este escenario, ¿cómo ayudan automatizaciones inteligentes?:
• Construyendo plataformas de crecimiento escalables.
• Creando programas de costos que les permitan a las empresas, aumentar los ingresos de primera línea y reducir su dependencia de los mercados laborales volátiles.
• Mejorando la retención de empleados.
• Automatizando tareas repetitivas para liberar tiempo de los empleados para crear valor.